Tan inocente y estúpida como no ver el concreto frente tuyo. Creyéndole al siempre histérico mar que amenaza con matarse. Buscando lo para siempre perdido, creyendo ser más fea que el reflejo en el espejo.
Entonces ¿cómo es que aún caminas sobre tus pies y no con tus manos?
Creer que el sol muere cuando lo ignoras, o que con tus manos puedes atrapar el cielo.
Joven con ojos cerrados y privados de luz, confía en el lobo y teme a la niña de la canasta. Conocer el error pero no corregirlo, reírse como un bastardo y llorar como una viuda del montón.
Las luces se apagan y aun estas sola en la avenida, nada que temer, nadie a quien creer.
¿Dónde te has metido?
Sedienta en un oásis, acalorada en una tormenta de hielo. Bailar sin nubes y reír con lágrimas en los ojos.
Tan vulgar te has vuelto que ni siquiera notas donde estas varada. Abanicando dinero frente la miseria y escondiéndote de la salud, inocente y estúpida pereces en tu ceguera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario