miércoles, 30 de mayo de 2012

Arm the homeless



Soy el sol en tus ojos, el tacto caliente con otra piel, la soga que abraza a tu cuello, la textura de la seda, la mugre debajo de tus uñas. Soy el antes y el después.

Soy el sueño que no te deja descansar y poco a poco devora tu cordura.

¿En qué momento mi vida comenzó a girar en torno a dormir?

domingo, 27 de mayo de 2012

Akito Sohma


El abandono total.
Solo y único responsable de mi yo corpóreo.
¿Soy realmente tan despreciable que ni mi propia sangre me quiere?
Muchos años de querer complacer a nadie.

Papá dice que los que están mal son ellos, no yo.
Quiero creerle, pero eso significaría ir en contra de mis principios:
No alimentes el amor propio.

Espero, sabiendo que no va a pasar nada.
Mañana voy a amanecer en la misma cama dónde me acosté.
Mi respiración no se va a detener en toda mi vida.
Soy invisible, paso desapercibido, amigos que juran nunca haberme visto.


jueves, 24 de mayo de 2012

SOY JOVEN Y PERFECTO


Siento el cuerpo lleno de odio, se estira, empuja y retuerce.
Cada célula arde, todo duele.
Me hincho, pero no exploto.
Perdí la bondad y la empatía.
Mi cuerpo está podrido.
Los huesos crujen, roídos y agujereados ya no quieren sostenerme en pie.
El contacto con ajenos se vuelve artificial, cada abrazo requiere un ensayo mental previo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

lunes, 7 de mayo de 2012

VERA


Ella, o el sentimiento que despertaba en mi cuerpo, nunca me quedó claro de quién me enamoré. De una persona que jamás me quiso, o de un sentir creado a partir de la desesperación. Cual más triste, más patético.

Quería encontrar mi paz en otro cuerpo.

Mi bienestar, la disipación de ideas destructivas, por medio de la interacción con ajenos.
Ser alguien con los otros.

jueves, 3 de mayo de 2012

Miedo


Son quinientas manos que me tocan, me levantan, y separan de la tierra. Pasean mi peso por las calles, arrullándome, acariciando mi espalda, mis brazos, piernas, nuca, tranquilizándome.
Veo al mundo acostado y parece nuevo. Más maravilloso y lleno de emociones.
Mientras permanezco distraído, sus uñas escarban furiosamente mi piel, intentan tocar mis huesos, meterse dentro de mis venas, volverse sangre y oxígeno.
Primero los dedos, después las palmas de las manos, y le siguen los brazos.
Retorciéndome de dolor miles de personas forcejean para meterse adentro mío.
Veo piernas desaparecer en cuestión de segundos bajo mi cuero, siento labios besar mis globos oculares desde adentro, con cariño y entrega. Agradecidos.
Mi cuerpo es una multitud.