Siento el cuerpo lleno de odio, se estira, empuja y
retuerce.
Cada célula arde, todo duele.
Me hincho, pero no exploto.
Perdí la bondad y la empatía.
Mi cuerpo está podrido.
Los huesos crujen, roídos y agujereados ya no quieren
sostenerme en pie.
El contacto con ajenos se vuelve artificial, cada abrazo
requiere un ensayo mental previo.
1 comentario:
joder... =/ siento hasta aquí todo lo que expresas, soy conciente de que nose nada de tí y no soy quien para decirte algo... más me encantaría sostener ese abrazo artificial y convertirlo en sincero, abrazarte hasta poder equilibrar el caos en en tu cuerpo... mas en realidad ahora solo puedo decir que alguien en el mundo te siente y desea acompañar, mientras escribas, tu ser...
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