Sail.

Soy pequeño entre mis enemigos, soy un gigante entre los frágiles.

Feo.

Vivimos en un círculo y es difícil respirar.

Corremos del tiempo, cargamos rodillas de cemento.

Háblame, que tu voz me cuide de malas ideas. Que tus manos me recuerden lo bueno que se siente la compañía.

Indiferencia, silencio, soledad, no vuelvan a agitar mi respiración.

Despierta mi hambre, reanima mis músculos, preséntame el sueño.

Acaríciame, pégame, escúpeme, para no olvidar lo bueno ni lo malo.

Wey.

Golpiza al ego: ignorante.

Así naciste, así perecerás, ser bruto, analfabeto y adicto.

Peor que las bestias, ya que incluso de instinto careces.

Deambulas idiota y con los sentidos muertos.

Tu existencia es una casualidad, tu aniquilación evidente.

Título de mierda.

Las gotas metiéndose por mis poros, chupando mi piel desde adentro. Seres que desconozco rozan mis piernas, dedos, aletas, serpientes, todo eso se retuerce entre mis piernas, la oscuridad del agua protege sus identidades, pero no la mía.

Estoy aterrado, pienso en exceso.

So good.

¿Qué define lo oscuro?

Ese placer incomparable cuando me lastiman; apoyan una navaja, rasgan mi piel y dejan que mi sangre explore el mundo.

Me vuelvo afuera y adentro, del otro y mío, lo externo y mi carne me comparten.

No hay amor en el sexo, hay cosquillas durante el acto y una anécdota después.

Virgo.

La literatura varía, nosotros volvemos siempre al mismo pozo.

Salimos al sol. Pálidos brillamos por un tiempo, después el inconsciente o la costumbre nos traiciona y devuelven a la penumbra. De vuelta a ser invisibles, una masa uniforme, un miembro más de un cuerpo deforme.

No es posible salvarse sin cambiar constantemente, sin evolucionar.

Bebé, niño, sociedad, sigue mutar.