Shordi.

Sus cabezas son dos pequeños astros, el pelo rubio brilla como soles.

El perro es color arena y mis peces dragones dormidos.

Tomándolos de las manos, los invito a ir al cuarto de mamá.

Saltamos sobre su cama, con cuidado de no pisar su cabeza.

Nos empujamos, pegamos, el amanecer se va colando entre nosotros por donde puede.

Las risas son genuinas, nadie tiene el valor helado de clamar por silencio, no hay interesados en censurar nuestra diversión.

Somos contagiosos; las sábanas se unen a nuestros rebotes, la madre dormida sonríe, la naturaleza nos ampara.

Hasta que la hora nos traiciona, separa nuestros cuerpos y pone fin a nuestra fiesta, a la vez que, maliciosa, incita al olvido.

T O D O

La hermana tonta, la hermana fea, la cruz con la que van a cargar hasta que perdamos vínculo.

Lo que ven todos menos los participantes del juego.

Limpiar la apatía con llanto, arrancarla de mi rutina y de mi cara.

Drogas y masturbación como némesis.

A nadie le importa, es la curiosidad la que pregunta.

Chelsea Hotel.

Tengo miedo de matarme, me estoy volviendo loco.

Se está borrando una de mis tres cicatrices, casi no me emplean por tener el cuero marcado.

Me pasé el mes en sanatorios y guardias de hospitales.

Recuperé a un amigo de la infancia.

El pez murió.

Matar el cáncer local, enterrar el agua que limpia y ensucia.

Hijos únicos que saben de amor, creyentes colmados de envidia.

Feos pacientes, esclavos de la noción.

Sunshine People.

Tu existencia le pertenece a otros, vivís para no ofender a quienes se acostumbraron a tu presencia.

Sin ombligo, repugnante accidente del destino.

Frotás los labios contra el polvo, trágico desperdicio de cuero.

Empathy.

Probé lo peor de los sexos de manera inconsciente.

Mujer masculina, hombre afeminado.

Desteñirse de ego.

Miseria envuelta en colores.

Nunca voy a estar bien, porque me amo a través de los otros.

Cada vez son menos los personajes con los cuales me sostengo, me dejan, los dejo.

Soy un parásito de problemas.