domingo, 30 de octubre de 2011

Uini de pu

¿A qué edad soy un adulto?
Odio estar sobrio, siento cada queja del cuerpo. Odio estar volado, me nacen paranoias de convertirme en imbécil. Al final el cuerpo siempre me va a doler, y no existe cura contra la imbecilidad.
En un momento no hay marcha atrás a la vida conocida, no se puede volver a ser un mocoso cuando decidimos volvernos personas. Es un camino de humillación y reconocimiento ante errores pasados, nunca un cadáver se entierra lo suficientemente profundo.


Cuando una persona se va, deja un agujero. Llenarlo es fácil, pero si se trata de reemplazar a un hijo es diferente. Si yo me voy, mi madre tendría que tomarse la molestia de volver a embarazarse, de sufrir un parto, y deteriorarse el cuerpo otro poquito más. No soy yo el que tiene valor, sino el espacio que ocupo.
Brishante, brishante, sublime, niño brishantina.

domingo, 23 de octubre de 2011

Buenos días


Todo es perfecto, lo sucio, lo verde, lo enfermo.
Sufro un desborde de palabras, de ideas, de situaciones a las que mi lápiz no da alcance. Todas las personas resultan que están vivas. Son cómo yo, respiran, huelen, pero piensan mejor. Saben ver más allá de lo molesto o aburrido.
No quiero matar gente, sólo quiero que desaparezcan, que todos se olviden de ellas.
Los que no pienso. ¿Cuántos son?
Despertarse no es natural, nunca deberíamos hacerlo, o en su defecto jamás dormir, odio dormir, es como morirse respirando.
Soy cada día más mal hablado, y cada día me cuesta más decir lo que pienso. ¿Eso significa que me estoy rellenando de insultos?

jueves, 20 de octubre de 2011

Hoy no tengo a nadie a quién saludar. Tengo muchas cosas para decir. No tiene que ser cercano, sino un conocido del baño, al cuál no le moleste que le diga incoherencias por unos minutos. Decir que lo quiero, pero que no me interesa volver a cruzarmelo en mi vida.

domingo, 16 de octubre de 2011

After a while


Ésta canción me pone de buen humor, me gusta bailarla.


¿Por qué no soy feliz?
Tengo amigos que me cuidan, estudio lo que me gusta. No soy feo, jamás sufrí padecimientos económicos. Mi salud es mejor de la esperable. Tengo perro. Mis padres me quieren.
Porque me siento atada a todo lo que tengo, para mí la felicidad no es otra cosa que la libertad.
Quiero liberarme de todo, todos, pero más que nada, de mi capacidad de generar ideas.

No quiero seguir llegando a mis cumpleaños sin haber logrado nada por lo que ser recordado. Sin lograr nada que me haya dado libertad. Contradictoriamente, cada vez que me proponen publicar salgo corriendo y me escondo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Patrisha

Logré liberar lo físico, pero la avalancha ya se había tragado aquello a lo que los crédulos llaman alma. Molesto por la pérdida, aún más por no poder señalar otro culpable del derrumbe que no sea yo, volví a la sociedad.
Mi búsqueda había resultado en fracaso, mis gritos provocaron la catástrofe. Yo, que quería conquistar el miedo, me volví su esclavo.
Ya entre las personas erré como un fantasma, sin mi olor ellos no podían reconocerme. Tocando sus codos provocaba cosquillas en lugar de atención. No era uno de ellos, se comportaban como el pájaro que abandona a las crías que fueron manoseadas por niños curiosos.
La avalancha arrastró lejos de mí a la codicia y a la envidia. No las intenté recuperar creyendo haberme liberado de su mal. Muriendo de hambre, comprendí que tales sentimientos no son más que parte del sentido de supervivencia en el hombre.
Yo, quién no tiene necesidad alguna, perdí mi lugar entre los hombres.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Rejuvensex

  
Mi aspiración inicial era ser reconocido como un dios, luego  el trascender en el recuerdo, y hoy en día me basta con poder reconocerme a mí mismo en el espejo.
Me creía un artista, un fotógrafo, un animal de las letras. Veía inspiración en cada esquina, me creía independiente del contacto humano y apasionado de los estudios que amo.

Yo dejé que el nihilismo, el sinsentido absorbiera mi vida. Sé que la perfección no existe, que mi vida no significa ni significará nada jamás, que nada de lo que haga trascenderá ni siquiera una generación, entonces ¿por qué preocuparse? Ya no creo en la humillación pública, busco el placer a corto plazo.


Vivo el día a día amargado, en vez de flotar siento que mi cuerpo explota una y otra vez. No hay premio en la amabilidad, pero es un método para evadir a la consciencia llorando todo el día. Viví demasiado tiempo siendo solo yo, necesito más vidas, más máscaras, aparentar una nueva identidad.