lunes, 25 de julio de 2011

Hi, my name is Mario


El amor propio es malo, el orgullo, la autosatisfacción; todo eso lleva a la perdición de mi alma, impiden mi crecimiento, no me permiten respetar a los demás. Tengo que estar en silencio, sin molestar, pero llenar los espacios vacíos en las conversaciones.
Jamás comer si no se me insiste más de tres veces. Ser carnívoro es pecado, rehusarse en público a masticar un animal es mala educación.
 Soy la sombra de nada.
No está bien querer a mi reflejo, no es sano reírse de mis propios chistes, jamás diré algo más inteligente que el mayor a mi lado, mi opinión no posee valor.
Todos hacen tanto por mí, soy una vergüenza.
Mis defectos ya estaban marcados antes de nacer. Mis miedos son solo una forma de llamar la atención, un desorden que nada tiene que ver con terceros, los cree yo por odiar al mundo.
Soy sólo una herramienta, vivo tanto como liberador como fuente de estrés, para acompañar los recuerdos una niñez abandonada.


“Por favor no seas un alcohólico, por favor no seas un bohemio, por favor no seas homosexual, por favor deja las drogas, por favor sonríe, por favor ama el deporte, por favor habla más.”


El silencio mata, enferma, nos separa y nos vuelve débiles. El hombre no es nada sin nadie. Me empecé a curar de a pequeños pasos, comenzando por compartir mis pastillas, terminando quién sabe dónde. La persona al lado mío sufre mucho, tiene una vida y una familia retorcida, pero nunca me di cuenta por pasar tanto tiempo con mis oídos adentro de mi boca.






Al final voy a terminar odiándome por todo.

No hay comentarios: