sábado, 25 de diciembre de 2010

KMKMKM

¿Cuántas veces las palabras nos rajaron por dentro?

La persona más peligrosa no es aquella que logra matar de un golpe a su adversario, sino quien, con una oración, logra poner de rodillas al más frio de los individuos.

“SOS UN MONSTRUO”

No quiero que mis acciones de hoy definan a mi persona del mañana otra vez.

No soy nada, no fui nadie, no aspiro a superarme y me dejo arrastrar por los días como si fuese un cuerpo flotando en el mar. Esa es la realidad, individualmente no somos nadie, pero sin la respiración de cada uno de nosotros, el mundo no sería lo que es.

Mi generación es capaz de hacer lo imposible por no ser olvidada, cuando ni siquiera se pusieron a buscar las páginas donde escribir sus vidas.



Hay sentimientos que son más contagiosos que otros; amor, odio.

Pueden hacernos cambiar nuestra forma de percibir el mundo, de mirar las cosas. Una vez contagiadas; despiertan ideas que creíamos incapaces de maquinar, nos hacen ver que no somos una única persona, crean miedos los cuales considerábamos ridículos, ínfimos, menores a nosotros.

Me di cuenta por las malas, cuando alguien cercano a mí me escribió, casi advirtiéndome, de que tenia deseos de herir a otra persona cercana. En ese momento, lo odié a él y sentí asco de la otra persona. Por muchos días no pude mirar a la cara a esta última, sin entender del todo el por qué.

No hay comentarios: