miércoles, 29 de diciembre de 2010

I wanna be adored

Contigo estoy solo,

Sin ti.

Muchas veces creemos que la redención está en el despertar, que la vida nos debe un favor porque, pese a todo, volvemos a vivir cada día. Me acuesto con la fantasía de que todos mis errores serán borrados del mapa, que nada jamás pasó.

Las cosas más inmundas suceden durante la noche, porque no existe un sol delator que nos llene de vergüenza, por eso cuando este aparece nos comportamos como insectos comunes y sonreímos.

Ya nacer es una gran responsabilidad, porque tengo que cuidar mi vida y la de otros, y si yo no estoy dispuesto a cargar con esa tarea, no merezco mi humanidad. Algo así me dijeron ayer por la noche, mientras me sacudían por hombros para sacarme todo resto de confianza en mí misma.

Esas personas que parece que se quieren mucho… son las que generalmente más se odian, repito constantemente que si yo no me defiendo, nadie más lo va a hacer, es por eso que soy mi propio abogado. Como dijo una vez mi abuela: “no confíes en nadie”.

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