domingo, 2 de enero de 2011

Stranger in Love

Algún día no voy a intentar cambiar al mundo, crearme un futuro, entender a mis padres, ser alguien. Siempre es muy tarde. El fantasma siempre estará hambriento. El sexo, la diversión, la libertad, todas esas cosas valen tanto que hasta justifican los medios.



¿Cuánto pagaría alguien por la felicidad?

¿Dónde se diferencian la autoestima y el ego?

¿Cuál es el valor verdadero de la individualidad?

¿Qué significa ser o tener un amigo?





Mientras sea feliz, nada de lo que me rodea será real. Pero uno nunca va a ser el único universo de alguien. Nada es estático y yo vivo en la terquedad, transformo palabras y escucho lo que suena a música en mis oídos. Ni un golpe, ni un grito, ni siquiera una amenaza logran que me hinque ante nadie, mi único dios es el miedo, le di mi presente sabiendo que nunca voy a ganar nada a cambio y al igual que un tatuaje, es una de las decisiones con las que uno debe vivir día a día asegurándose de no arrepentirse.

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