Escucho los viejos acordes de memorias épicas e insulsas. Una orquesta de instrumentos que no logran descifrar mi gusto, pero a la vez, despiertan sentimientos de grandeza y auto dominación. ¿Fui ayer quién soy ahora? Si la respuesta es no, estamos libres ante cualquier culpa o título egocéntrico.
Confiar ciegamente en alguien es arriesgarse a ser engañado, pero desconfiar del mundo y sus razones, es perder parte del encanto de existir.
Invento diálogos a situaciones que se suceden en mi cabeza. Respuestas y preguntas asesinas para mi persona. Sé que muchos juegan a lo mismo que yo, pero desconozco cuantos intentan ridiculizarse en la intimidad de estas entrevistas imaginarias.
1 comentario:
Genial, ya te puedo postear,
disculpa que no te escriba algo mejor pero hoy no estoy muy de animos, si quieres una vez que lo leas, borralo.
siempre te leo!!!
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