lunes, 17 de enero de 2011

Ghoulish

Mis manos amanecieron silenciosas hoy, sin misterio, sin anhelos, sin talento. Aun así, tengo que pretender que escribo, les gusta verme escribir. Solo tengo que decir que estoy ocupado escribiendo, son las palabras mágicas, para que todos desaparezcan voluntariamente, gano mi paz a través de la manipulación. Abuso de este nuevo poder sin censuras ni culpa. No creo en la culpa, desconozco el arrepentimiento y jamás sentí la necesidad de ser perdonado. Pobres, si supieran que solo soy una farsa.


TRES SEMANAS DE HAMBRE, TRES SEMANAS TREPANDO POR PAREDES, ABRIENDO CRÁNEOS, MOSTRANDO EL INTERIOR DE UN PULMÓN, DESEANDO JAMÁS HABER CONOCIDO LOS PLACERES DE LA VIDA.


El día de que estallé en carcajadas ante una paliza, el día que me encerré y arañé mis heridas, el día en que huí de mi casa, el día en que juré que si me volvían a tocar, los iba a golpear de vuelta, esos días demostraron que soy sólo un monstruo, un accidente sin condón, una masa de carne con caprichos, un ente sin dignidad, capaz de vender hasta mi piel a cambio de una nueva sensación. Los errores emocionales me los compensaron con cosas materiales, las cuales yo acepté de buena gana.

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