sábado, 15 de enero de 2011

B1 extra





















Quiero aprovechar este momento en el que soy un ser omnipotente y completamente temeroso, caracterizado por su estupidez, y consciente de que su supervivencia se basa en la astucia. Yo estoy distraído, extasiado por cosas triviales, la mugre de los rincones, las zapatillas que uso a diario, y mi cerebro aprovecha el momento en que no lo vigilan, para atormentar a mi corazón. Él pobre infeliz, late y late, con furia, preso debajo de mis duras costillas. Los músculos de mi cuerpo quieren ir tras su socorro, ¡cómo les duele saber que son tan inútiles ante su dolor! El estómago, débil, cobarde, lujurioso, pecador, se retuerce en su propia culpa, llora, lágrimas de vomito salen por mi boca. Pero el muy sinvergüenzas no es ningún dios, y en medio del caos que creó, comienza a asustarse de su propia grandeza, las ideas que tan prolijamente almacena comienzan a desperezarse, van a rebelarse contra quien las encerró. El cerebro se asusta, no, ¡se aterra!

Es un cobarde, pasan frente a sus ojos la vida, la muerte, el amor, la amistad, las relaciones, el tacto, el gusto y sus hermanas sentidos, el ayer, el hoy, el mañana, nombres, apellidos, dolores, endorfinas…La duda. Si dudo, soy imperfecto, tengo miedo, si tengo miedo, soy imperfecto, si soy imperfecto, soy un perfecto imperfecto.

El temor no tiene un precio, todo lo que se pueda pagar es barato.

Y el mayor encanto es cuando todo se olvida, y vuelvo a ser el arrogante sabelotodo seguro de sí mismo.

No lo quiero pensar, sólo lo voy a intentar escribir: yo conozco la raíz de todos mis males, no, no son mis padres, no, no padezco de ningún tipo de desvío psicológico, no, no son quienes me rodean, no, no es un trauma. Durante años conocí la receta, pero nunca fui a comprar los ingredientes. ¿Por qué ganar tan fácil? Después de todo, la vida se trata de luchar contra el aburrimiento, mis obras se concentran en mi entretención salvarme, sería apuñalarme.




No hay comentarios: