viernes, 29 de abril de 2011

Mental Disorder

El espíritu no es generoso, ¿qué puede ofrecer sí nada posee?
Hacemos cosas ridículas, compramos flores y las regalamos. Las florerías nos dicen que estamos cerca de un estado de vida diferente, siempre rondan hospitales y cementerios.

Me gustaría no tener obra social. No atiendo mi celular a propósito, mis padres vieron mis navajas y un condón en frente mío, me reí. La honestidad está sobreevaluada. No es que no nos guste que nos mientan, sino que odiamos enterarnos de que fuimos tan estúpidos como para que nos engañen.

Según la biblia, lo que condenó al hombre al sufrimiento eterno fue el utilizar su derecho a elegir por primera vez.

Estoy enojada con el mundo, con las señoras mantenidas por sus maridos, con faltas de ortografía, orgullosas de una poesía que haría vomitar hasta a un analfabeto. Me cansé de escribir, pensar lastima mis neuronas, acelera mi pulso, revuelve las tripas, las retuerce y me dan ganas de llorar. No quiero tener actividades en común con ignorantes a mucha honra.
La gente gorda me da vergüenza, tener familiares gordos es una aberración, y no soy un animal flaco, me reflejo en ellos.


Todas las personas son artistas, sólo que algunas son mejores que otras.




Cada día hablo menos. Necesito hablar a un público para poder oírme. No sé si es que no tengo nada que decir o que no encuentro la forma de hacerlo.



Soy un gusano.

1 comentario:

Ch- dijo...
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