Agarran, transforman, tiñen la veracidad.
Nunca cuestioné, por eso se me permitió seguir caminando.
Ahora que pregunto, soy mala semilla, paria.
Lo bueno, lo sano, lo brillante, nunca.
Puto, maricón, patético ser humano.
Caminas arrastrando los pies y tus vergüenzas. El polvo
se arremolina en torno tuyo, escupiendo tus tobillos, advirtiéndote que incluso
el desperdicio es mejor que vos.
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