Vivo para hacerte libre, fantaseo con que soy celoso de vos, multiplico mi cólera solo para entrar en contexto. Tus ojos anaranjados me volvieron un sociópata llorón, quiero tocarte y no lavarme las manos después, guardar tu olor como la mugre debajo de las uñas.
Nada cambió, todo cambió.
Hay gente que está realmente triste afuera de mi burbuja, y yo sigo quejándome. Me odio, soy repugnante. Peso menos de cincuenta kilos, y se lo refriego en la cara a cada muchachita subidita de peso que me cruzo, con una navaja le pedí a una persona ajena a esa vida que me hiciese lo que yo acostumbro a hacer, mis abuelos me abandonaron por internet. Mi nombre es escoria, los niños lloran al ver mi cara. Soy feo, huelo mal. Las arrugas en mi cara comienzan a notarse, mi cerebro es lento. No entiendo por qué a todo el mundo le cuesta tanto decir que no me soporta, que soy desagradable, insalubre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario